Entre fuegos
Los medios europeos no hacen sino azorarse ante la ¿inusual? forma de protesta que encontraron miles de jóvenes de tez morena y nombre musulmán. En poco más de una semana ya llevan casi 1.500 autos incendiados en París y otras ciudades francesas.
El fuego es un canal por donde se expresan décadas de marginación y oprobio. Vienen desde los bordes, de barrios-ciudades que se parecen demasiado a las que aquí construye De la Sota ("Ciudad de mis sueños" y otras). Son grandes concentraciones urbanas, con muy pocos servicios y muchas penurias. Habían sido diseñadas para apilar a los obreros que durante los 50 y 60 hicieron posible el futuro industrial de Francia. Cuando los obreros lograron mejorar sus ingresos se fueron y su lugar fue ocupado por los inmigrantes que huían del hambre africano (al que el imperialismo frances había contribuido grandemente).
Casi nadie publica imágenes de los barrios (¿casualidad?) pero si te acercas podrás encontrar rápidamente semejanzas con los barrios del segundo anillo del gran Bs. As. Esos conglomerados grises e inhumanos, a los que la privatización de los 90 dejó aislados y sin tren, son el lugar donde hicieron sus raíces Callejeros y otros tantos grupos del rock chabón.
Ya sé que el fuego asesino de Cromagñon y el fuego de la protesta en Francia no son iguales. Pero son fuegos que nos cuentan una historia que tiene muchos puntos de contacto.
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javier -