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Miradas de la cidudad

La Isla de los Patos y los políticos en campaña.

Hace mucho que no salgo a caminar por la Isla de los Patos, casi tanto como no escribo en el Blog. Aprovecho para romper con ambas inercias negativas. Con un poco de viento frío pero un cielo limpio y un sol maravilloso, la sorpresa fue encontrar una promotora (con micro-oficina de plástico y baño incluido) que repartía bolsitas de papel madera con alimento para los Patos y, claro está, folleto y visera con el eslogan: "Vuelven los patos, vuelve Mestre".

Apenas termine la campaña es muy probable que los 50 patos soltados por Juventud Radical en el Suquia días atrás, queden a la deriva. Aún así, y olvidando por un momento el nefasto recuerdo que como docente cordobés tengo del mentado "Chancho" Mestre, debo reconocer que es lo único creativo (y útil) en esta campaña por la Intendencia.

¿No habrá alguno que quiera ganarse unos votos repartiendo palitas y bolsas para que quienes traen sus perritos a dejarnos sus caquitas (en cordobés: soretes) en las Isla y sus márgenes las levanten?

La increíble pileta sepultada del Club A. Belgrano

La increíble pileta sepultada del Club A. Belgrano

Aunque muchos critican al "pirata cordobés" por ser sólo un club de fútbol, pocos saben que antaño rebozaba actividades para toda la familia. A comienzos de los 70, una hermosa pileta de casi 30 metros refrescaba a los vecinos de Alberdi a pocos pasos de la tribuna norte, a espaldas a la cervecería: la que habitualmente ocupan los piratas para alentar al celeste.

Los vecinos memoriosos cuentan que algunos iluminados dirigentes tuvieron la idea de agrandar la tribuna. En esa época no había premoldeados: para preparar el encofrado, el cemento y guardar la herramientas se usó el piso de la pileta. "Sólo hasta que terminara la obra..." Lo cierto es que luego se tapó todo con tierra; práctica que pocos años después se usara para esconder las acciones más atroces del poder de turno.

Cuando algún arqueólogo aficionado dé con alguno de los cientos de miles de pequeños azulejos que revestían revisten las paredes de la pileta, quizá podamos recuperar parte del "gigante de Alberdi" que queremos todos.